EVENTOS INMERSIVOS – LOS 5 NIVELES

Desde una presentación con una pantalla gigante a nuestras espaldas a que tus clientes o personal de tu empresa puedan interactuar con el producto sin levantarse de sus asientos.

La característica errónea de un evento y razón por la que los responsables de marketing no se sienten demasiado cómodos con este tipo de acciones es debido a que no perduran en el tiempo, es decir, su obsolescencia. ¿Y si hubiésemos pensado una manera de convertir un evento en una campaña publicitaria completa que perdurase el tiempo necesario?

 

En realidad deberíamos hablar de 4 niveles y uno adicional lleno de experiencias apasionantes e inmersivas que van a cautivar para toda su vida al asistente a cualquier evento.

Nivel 0: Lo llamamos así porque nosotros no aportamos nada que no pueda aportar otro espacio, pero es importante que sepas que también podemos darte servicios básicos, sobre los cuales ir creciendo en intensidad y fortaleza de tu mensaje. Imaginad una sala con asistentes sentados en formato aula y un orador con una pantalla de proyección de unas 100 pulgadas tras él o ella. En definitiva, la típica presentación que puede realizarse mientras tengamos una pared de ese tamaño. Claro que este tipo de presentación puede ser el comienzo de un día inolvidable de experiencias, pero vamos por partes.

Nivel 1: Entramos en un nivel donde por razones de espacio el evento queda restringido a pantallas o escenarios como puede ser un cine o teatro y por supuesto, nuestro ciclorama de 35 x 7 metros. En este nivel estamos aumentando la intensidad del mensaje gracias a una proyección que envuelve por completo al orador u oradores y cuya información y efectos visuales son los elementos claves para que nuestra marca o producto adquiera mayor valor. En el nivel 0, debido a la escasez del tamaño de la pantalla para un auditorio mediano-grande, no podemos jugar con demasiados efectos visuales ya que no generan el impacto deseado. En el nivel 1 es justo lo contrario, proporcionando experiencias inversivas mediante 3 elementos:

– Proyección audiovisual.

– Tamaño de la pantalla de proyección.  

 – Elementos sonoros.

 

Imaginemos una «Keynote» de Apple, Tesla o Microsoft. Observémos esta imagen del fotógrafo David Paul Morris / Bloomberg, donde se observa el abrazo del mensaje hacia el orador.

Nivel 2 Sense Plus: Habitualmente las grandes presentaciones se suelen quedar en el nivel 1 porque la disponibilidad de un ciclorama 4D es prácticamente inexistente debido a que se realizan diversas producciones muy específicas en esta enorme y carísima estructura arquitectónica. En nuestro deseo de «democratizar los espacios» sí ponemos a disposición de las marcas que quieran realmente diferenciarse, todos los niveles de inmersión. El nivel 2 es una proyección que tiene 65 x 7 metros de longitud y cuyo mensaje principal ocurre en los 25 – 35 metros centrales, utilizándose la zona hasta los 180 grados de visualización completándose los 65 metros de longitud para lanzar mensajes visuales que, de forma sorpresiva, impliquen al asistente al evento con el orador, creándose un «advergaming bidireccional» o simplemente un «ooooohhhh» masivo. Imaginemos una «u» de base ancha (35 metros) y patas cortas (15 metros) dentro de la cual tenemos a nuestro público conviviendo con visuales de gran importancia en el frontal y con aquellas generadas para la interacción o el entretenimiento de forma simultánea o consecutiva a la presentación. En muy escasos cines a nivel mundial se está utilizando desde hace muy poco esta tecnología para la proyección de algunos estrenos cinematográficos. A continuación, imagen del primer cine en Canadá que llevó a cabo este proceso visual inmersivo.

Nivel 3 Sense Plus Max: ¿Pero cuál va a ser el siguiente paso si ya casi no nos quedan dimensiones? En realidad nos quedan 2, pero ahora vamos a analizar la penúltima y en el próximo post se hablará de la «madre de todas las experiencias». Sobre nuestro público se cierne una pantalla de 140 metros cuadrados formada por una tela continua sobre la que se pueden proyectar visuales o a través de la cual se puede proyectar una malla de círculos de abducción (Círculos UFO) que permite al orador aislar a una o varias personas del público como si de un OVNI se tratase y así presentar de forma novedosa a oradores ocultos en el público como hizo Steve Jobs en la presentación del primer iPhone de la historia, el 29 de junio de 2007, utilizando a dos de sus colaboradores para realizar la primera llamada de un smartphone de Apple y también la primera conferencia a 3. Si entonces hubiese existido nuestra tecnología la ilusión óptica habría sido insuperable. 

El próximo nivel tiene demasiada información como para no ocupar un post independiente.

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